PROYECTOS

PABLO BARUCH. EL HUERTO DE FLOREN DOMEZAIN

Pablo Baruch traslada al interiorismo del restaurante El Huerto de Floren Domezain los valores que transmite con su cocina, arraigada al producto de la tierra.

EL HUERTO DE FLOREN DOMEZAIN Autor: PABLO BARUC. Promotor: GRUPO LA FÁBRICA + FLOREN DOMEZAIN. Constructor: PÁRRAGA CONSTRUCTORA. Localización: MADRID. Superficie: 512 m2 (+ 20 m2 terraza). Realización: 2023. Fotografía: FERNANDO ALDA.

El restaurante El Huerto de Floren Domezain, del Grupo La Fábrica y situado en la céntrica calle madrileña de Génova, ofrece un espacio único, donde disfrutar de las mejores verduras traídas por el mismo chef navarro desde su huerto y que supone la vuelta del conocido como ‘el rey de las verduras’ a Madrid, tras el cierre de su anterior local en la calle Castelló en 2020 debido a la pandemia, de cuyo interiorismo se ha encargado Pablo Baruc. «El Grupo La Fábrica, para quien trabajamos habitualmente y que gestiona el local, nos propuso desarrollar el proyecto, desde el concepto original, hasta su ejecución y apertura», cuenta el arquitecto. Hasta entonces ocupado por la Cervecería La Fábrica, del mismo grupo, el espacio contaba con una distribución y algunos elementos, como la barra, la cocina y el baño, que se han podido aprovechar, además de unos paramentos de ladrillo visto que se mantienen y potencian a través de una muy cuidada iluminación.
«Los valores que transmite Floren con su cocina –arraigada al producto de la tierra, al origen y al cuidado de las variedades propias de la zona– han querido ser reflejados en la diversidad de espacios que el local permitía», dice el autor del proyecto. Ambientes de fuerte personalidad, elegantes y atemporales, con un interiorismo que evoca la gastrononía que ofrecen y donde elementos cerámicos artesanales hechos a medida para el proyecto acompañan a los clientes en su recorrido. Una experiencia que comienza en la terraza abierta a la calle Génova, rodeada de vegetación y equipada con mobiliario de fibra de vidrio y asientos tapizados, donde una gran marquesina da la bienvenida, ilumina y cobija la entrada. En ella, grandes planos acristalados con carpintería metálica crean un espacio semi-abierto, que amplía la sensación de terraza hacia el interior y diluye límites entre ambos.