Con motivo de la presentación de la nueva colección de su marca Kinnasand, Diseño Interior visita el show-room Kvadrat en Copenhague. Un proyecto de los hermanos Bouroullec que pone en valor la materialidad y destaca el papel del textil en el diseño de interiores.

Pakhus 48, un antiguo almacén de carga en el puerto de Copenhague, ha puesto en el mapa del diseño internacional al barrio industrial de Nordhavn. Sus 3.000 m² han sido renovados para acoger los showrooms de las marcas Vola, Erik Jorgensen y Kvadrat; tres espacios contiguos y comunicados entre sí, bordeados por una amplia terraza con vistas al puerto y la ciudad, pero diseñados individualmente que mantienen las características de la arquitectura industrial y ponen en valor la historia del edificio. Sin embargo, de la mano de Ronan & Erwan Bouroullec, los interiores del espacio Kvadrat contrastan por su delicadeza, ligereza y materialidad. Se nota que los diseñadores se sienten cómodos cuando se trata de crear exposiciones; como nos decían cuando presentaron su gran retrospectiva en Rennes (DI 282), “nos permiten producir exactamente la imagen y la historia que queremos crear con los objetos”. En este caso, se trataba de destacar la materialidad de las telas, el corazón de la marca Kvadrat: “Las telas son maravillosas porque la mayoría de las veces su apariencia fluye de forma natural de su fabricación, de los colores y las estructuras de los hilos. Eso es lo que queríamos hacer visible, tomando como telón de fondo la atmósfera natural del espacio”, decía Erwan. “Por ejemplo, la sala de exposiciones tiene como objetivo ofrecer una flexibilidad total para crear escenas con grandes piezas de textiles y alfombras. Al hacerlo, proporciona una visión profunda del tejido, el peso, la transparencia y la calidad de cada diseño”.

Showroom Kvadrat

Pakhus 48. Copenhague