ARQUITECTURA

SELGASCANO. AUDITORIO Y CENTRO DE CONGRESOS DE PLASENCIA

Finalista del premio de la UE Mies van der Rohe 2019, El Auditorio y Centro de Congresos de Plasencia de selgascano ‘aterriza’ sobre el paisaje extremeño. Un singular volumen faceteado que, envuelto por una piel de EFTE, traslada un mensaje de modernidad.

En una parcela al límite del desarrollo urbano de Plasencia y de espaldas a la ciudad histórica, emerge este singular edificio. Un artefacto posado sobre el paisaje, cuyo volumen facetado –blanco de día y luminiscente de noche– desvía la atención de los conductores que circulan por la Ruta de la Plata que conecta Cáceres y Salamanca. “Hemos querido crear un edificio que preserve una isla de tierra natural en una futura zona de expansión. Un pequeño charco en el gran mar que es campo extremeño, que funcione como un posible reactivo para el resto de construcciones futuras”, cuentan los arquitectos. Finalista del Premio de Arquitectura Contemporánea de la Unión Europea-Premio Mies van der Rohe 2019, el edificio ocupa un terreno de geometría casi imposible, con un desnivel de más de 17 metros. Su situación, a medio camino entre la ciudad y el campo, y la imposibilidad de crear un edificio que perteneciese al mismo tiempo a lo natural y lo artificial, empujó a José Selgas y Lucía Cano a situar la nueva construcción en una cota muy inferior a la calle. Frente a unas preexistencias donde lo artificial se había implantado sin ningún miramiento a la orografía natural, la intervención respeta al máximo el terreno sobre el que se apoya.