DISEÑO

SALONE DEL MOBILE DI MILANO 2022

La reciente edición del Salone milanés revela un sorprendente dinamismo y algunos pasos en una nueva dirección más responsable y sostenible, con especial protagonismo de las empresas españolas.

Milán ha regresado con todo su esplendor. Como decíamos en la crónica del Supersalone del pasado septiembre, esa versión ‘mini’ de la feria solo había sido un aperitivo. El pranzo estaba por venir, aunque se hizo esperar y no fue en abril como acostumbra, sino el pasado junio. Todos lo deseábamos: la empresas, ardiendo por mostrar las novedades de dos años de trabajo; los profesionales, deseando impulsar sus proyectos con las nuevas tendencias y propuestas del mercado; y la prensa, lista para no perderse nada y hacer su propia selección con un entrenado ojo crítico. Precisamente esas ganas de encuentro ha sido el factor que ha hecho tan especial esta edición. Hubo agoreros que anunciaban que tras la pandemia las ferias no volverían a ser lo mismo. Esperaban un Milán ensimismado y ha vuelto a ser dinámico como siempre. No sabemos lo que nos deparará el futuro, pero hay que decir que esta edición del Salone se ha parecido, incluso demasiado, a sus antecesoras. Es verdad que había menos visitantes, en ausencia de chinos y rusos, pero ha continuado siendo, como acostumbra, punto de encuentro y referente imprescindible para el sector internacional del diseño. Decimos que incluso se ha parecido demasiado, porque tras el paréntesis del Supersalone, que se presentó con un diseño renovado y alternativo, mucho más contenido y sostenible, han vuelto los grandes montajes y los stands de centenares de metros.

REPORTAJE COMPLETO EN DISEÑO INTERIOR 351