La casa Green Line de Mobius Architecture, concebida como una prolongación del terreno sobre el que se asienta, se entierra y abraza el impresionante paisaje que la rodea. De líneas limpias y minimalistas, su diseño reinterpreta la arquitectura local desde un enfoque contemporáneo.

Inmersa en la naturaleza y sin construcciones vecinas, la casa ocupa una parcela caracterizada por el pliegue natural que da origen al proyecto. Su nombre, Green Line, se inspira en la forma de su cubierta, una delgada losa de hormigón armado de 90 cm suspendida desde la cota más alta del terreno y apoyada sobre pilares. Bajo ella se distribuye el programa, con las áreas vivideras en la planta baja y la zona de noche en la primera, desplazada respecto al nivel inferior y con una cubierta a dos aguas en referencia a las construcciones rurales locales. La hábil adaptación a la topografía logra que los 500 m2 pasen desapercibidos, en una planta en forma de L que reproduce la organización tradicional de los espacios agrícolas del voivodato de Varmia y Masuria. El exterior se llena de escaleras, más propias de edificios públicos que de una vivienda unifamiliar, que brindan un carácter único. Con un patio que potencia la sensación de privacidad y cortinas que abren o cierran las estancias, la casa se reviste de planos acristalados que funcionan como escudos transparentes frente a los fuertes vientos de la zona. Estos conviven con las placas de aluminio y cerámica, y las láminas de madera, típicas de los tradicionales cabañas locales, que cubren los frontones de la cubierta a dos aguas. Una claraboya vertical divide asimétricamente esta última y abre el interior al paisaje. Aunque cubierta principalmente de hierba, la casa incorpora losas de hormigón en la zona del patio abierto, como recurso para enfatizar la naturaleza moderna del proyecto.

Mobius Architects. mobius.pl