Michel Campioni es un arquitecto belga con planta de vikingo que tras mucho tiempo trabajando en el retail, primero en Zara y después en Camper, como jefe del departamento de arquitectura durante 15 años, ha montado una fábrica de cerveza artesana en Mallorca y construye casas de lujo frente al mar. Se ha asociado en Archirevolution con el estudio del sevillano Javier Haro Greppi para poder seguir haciendo proyectos con sus amigos de siempre. Por RAMÓN ÚBEDA.

Como sus obras. Entre los diferentes perfiles que se dan en la profesión de la arquitectura y el diseño de vez en cuando surgen rarezas que merece la pena conocer. Con ellos y sus historias se podría hacer una sección de esta revista. Si alguna vez llega a existir, recuerden que se inauguró con Michel Campioni. Nuestro protagonista creció en Eupen, un pueblo fronterizo entre Bélgica y Alemania donde aprendió los idiomas de ambos países. Estudió Arquitectura en Lieja y se fue de Erasmus al Reino Unido para perfeccionar el inglés, aunque acabó hablándolo con acento andaluz. “Allí conocí y me enamoré de una sevillana que estaba haciendo otro Erasmus en la Humberside University. Volví a Bélgica para terminar el año de universidad que me faltaba y ni lo pensé un segundo, me fui a Sevilla para estar con ella”. Tras una breve etapa como becario en diferentes estudios de la capital hispalense comenzó a trabajar en el de Felipe Palomino González, donde conoció a otros jóvenes arquitectos, entre los que estaba Javier Haro Greppi.

REPORTAJE COMPLETO EN DISEÑO INTERIOR 332