DISEÑO
LUCAS MUÑOZ. RESTAURANTE MO DE MOVIMIENTO, MADRID
En el antiguo Teatro Espronceda de Madrid surge Mo de movimiento, un restaurante que, desde la sostenibilidad y el compromiso, pretende asentar nuevos valores e impulsar el cambio consciente. Su potencia visual y estética llevan el sello del diseñador y artista Lucas Muñoz. Por Teresa Herrero
Mo de Movimiento, que renace de los derribos del antiguo teatro Espronceda, llega a Madrid para redefinir el ocio urbano. Entre retro y futurista, brutalista e industrial, el espacio se parece más una obra sin acabar que a un restaurante al uso. Luminarias de garaje amarradas con cuerdas y tinajas de barro agujereadas que cuelgan del techo; serpentines hechos con tuberías de cobre recorren la pared. Un hueco acristalado en una de ellas deja ver la cocina, mientras dos hornos de leña trabajan a pleno rendimiento. El mobiliario, mesas y sillas de madera y bancos, es tan básico y sencillo, que pasa inadvertido. No hay vajillas, cristalerías, ni manteles. Es la antítesis del tópico.
De la demolición de la planta superior del teatro y posterior estudio de grabación de la Agencia EFE, surge el gran espacio central del que cuelgan nueve tinajas realizadas por un artesano de Badajoz, que, con el mismo agua de los serpentines que también enfrían la cerveza, refrigeran el local. Junto a la entrada, la escalera conduce al obrador –con otro horno de leña–, los baños y la oficina. Al fondo de la sala, una espectacular puerta basculante de vidrio y acero se abre con un sistema hidráulico para dar acceso a un patio con olivos y naranjos recuperados de Valencia; es la guinda de MO, la gran terraza-jardín con capacidad para 70 comensales. Apenas han empezado a crecer la hiedra, los jazmines y las clemátides, pero ya se percibe el oasis en que se convertirá.