Joan Puigcorbe firma la Casa Altamira, una construcción de piedra volcánica que aparece en lo alto de una colina en Ciudad Colón, en el centro de Costa Rica, semihundida tras la topografía.

En 1755 Marc-Antoine Laugier en su Ensayo sobre la Arquitectura especulaba sobre su origen y mostraba la famosa imagen de la cabaña primitiva como su primera expresión–una reinterpretación del mito que lleva hasta Vitrubio–. Una cabaña completamente natural en que la intervención humana es prácticamente imperceptible. Pero aun antes de empezar a construir, el hombre habitó las cuevas y tal vez aquello quedó impreso en nuestra conciencia. La vivienda como refugio protector frente a un entorno hostil. Una naturaleza que se percibe como amenaza, pero que al mismo tiempo ofrece refugio y provee de los recursos para poder defenderse de ella. Una arquitectura que no se opone a, ni siquiera intenta entretejerse con la naturaleza, sino que forma parte de ella. Una arquitectura que sería en primer lugar el proceso de esculpir y habitar la propia naturaleza, y que solo después desarrollaría la técnica que permite recrearla.

FICHA TÉCNICA
Sección: Casas Radicales
Autor: Miguel Barahona
Casa: Casa Altamira
Arquitecto: Joan Puigcorbé
Situación: Ciudad Colón, Costa Rica
Fotografía: Jordi Miralles, Rodrigo Montoya