Un grupo de estudiantes, supervisados por Ineke Hans y Mark Braun, explora las nuevas posibilidades expresivas de uno de los materiales más antiguos, el vidrio, mediante el regreso a la tradición y al mismo tiempo su cuestionamiento.

Cien años después seguimos dándole vueltas a la relación entre artesanía y diseño. Puede que se haya invertido el proceso y se esté produciendo un regreso al origen, aunque sea con formas renovadas. O tal vez se haya superado al fin la vieja tensión y nos encontremos en un nuevo escenario. Ciertamente, parece que más que la nostalgia por tradiciones perdidas, se puede observar un nuevo interés por la materia y por el trabajo directo con ella. En la materia se buscan nuevas sensaciones más allá del juego abstracto o de las referencias estilísticas o icónicas. La materia bruta ofrece experiencias complejas que involucran todos los sentidos, y que parecen conectar directamente con la naturaleza humana más profunda. Lo sensible señalaría el camino hacia otras formas de comprender la realidad que puedan dar un nuevo sentido a lo cotidiano.