DISEÑO
DAISUKE MOTOGI. CAMPUS VITRA
En Hackability of the stool, el arquitecto Daisuke Motogi compartió por Instagram, en plena pandemia, 100 ideas para customizar el taburete 60 de Artek, diseñado por Alvar Aalto.
El Dome de Buckminster Fuller en el Campus Vitra ha sido la última etapa del viaje que en 2020 emprendió el arquitecto japonés Daisuke Motogi con su proyecto Hackability of the stool, tras su paso por Venecia, Hangzhou y Kyoto, y el pasado de abril en la Design Week de Milán. Durante 100 días en lo más duro de la pandemia, el arquitecto japonés estuvo compartiendo a través de Instagram 100 originales propuestas para customizar el clásico taburete 60 de Artek, diseñado por Alvar Aalto; una cada día, despertando no solo el interés de sus seguidores, sino de los responsables de la marca finlandesa, que acabó uniéndose al proyecto como partner. El trabajo de Daisuke Motogi explora el potencial expresivo de una pieza perfecta y sencilla, quintaesencia del funcionalismo, creada por Aalto en 1960. Cuenta su autor que todo comenzó en 2019 con el equipamiento de un complejo de oficinas que requería una solución de asiento flexible para adaptarse a diversos escenarios de trabajo. Para resolverlo, el arquitecto y su socio en el estudio DDA LAB convocaron un workshop con los usuarios del espacio, que expresaron el deseo de encontrar nuevas funcionalidades en el clásico taburete. De aquel encuentro surgieron más de 150 propuestas, con 10 tipos diferentes, que varían desde los que tienen diferentes alturas hasta los que cuentan con una mesita o un espacio para colocar el bolso. El trabajo y la investigación continuaron porque, según el arquitecto, “es vital para un estudio de diseño producir continuamente resultados experimentales. Esta forma de generación de ideas permite desarrollar un poder explosivo para manejar proyectos con plazos muy cortos”, nos dice. Para las exposiciones, el autor ha organizado la colección de taburetes hackeados por grupos: Geometría, Función, Material o Tema, y dentro de este último, subgrupos como ‘gato, plantas o carpintería’. El resultado son piezas ingeniosas y sorprendentes. Algunas, meras composiciones artísticas y otras, piezas con funcionalidades multiplicadas, como un asiento-espejo, un tocadiscos, un reloj, una cesta para la ropa sucia o un macetero.
REPORTAJE COMPLETO EN DISEÑO INTERIOR 362