PROYECTOS

ARCHIE LIVING, BARCELONA. ABAA

Diseñado por ABBA Arquitectura para Conren Tramway, Archie Living ofrece un nuevo concepto de alquiler de media estancia en la Ciudad Condal.

Con 108 apartamentos de 1, 2 o 3 dormitorios que combinan las instalaciones y comodidades de un hotel con la sensación de sentirse como en casa, el proyecto da respuesta a las nuevas necesidades de una sociedad que apuesta por una vida y trabajo cada vez más flexibles.

A tan sólo unos pasos del Paseo Sant Joan y a medio camino entre el distrito 22@ y el centro de la ciudad, Archie Living disfruta de una ubicación privilegiada en un barrio que aún conserva vestigios de su pasado industrial, con edificios emblemáticos como el Arco del Triunfo, Eléctrica Catalana (ahora Endesa) o la Estación del Norte. Todos ellos sirven de inspiración a un diseño que apuesta por una imagen integrada en el entorno y la materialidad de las construcciones cercanas.

Con una marcada verticalidad inspirada en la Estación del Norte y con la estructura metálica vista, como en el antiguo edificio de Eléctrica Catalana, ek proyecto apuesta por una fachada ventilada con los elementos estructurales al descubierto, en la que vidrio, el metal y la madera se combinan con una piel de piezas cerámicas extruidas a las que, para dar dinamismo y vibración de color, se han aplicado distintos tiempos de hornada. Además, se genera un interesante juego visual al desplazar los módulos de 3 m que la forman, invirtiéndose cada dos plantas las tipologías y la posición de los balcones.

Dentro se suceden las referencias al pasado industrial del barrio, con un hall con arcos metálicos retroiluminados que reproducen los nervios que recorren la cara interior del Arco del Triunfo. Las tres cruces de San Andrés que rigidizan la estructura se dejan a la vista, como parte del vestíbulo o en alguno de los apartamentos. En estos últimos se ha dejado vista parte de la estructura, pintada en blanco roto para aportar ligereza visual y con todas las uniones articuladas.

“La llegada de la pandemia, con su correspondiente confinamiento y teletrabajo, durante el proyecto de ejecución nos hizo ver la necesidad de crear un espacio flexible y multifuncional” explican desde ABAA, que para lograr que el interior recuerde a un hogar ha optado por materiales cálidos como la madera y textiles en tonos neutros que varían en función de las plantas y tiñen de distintos colores diferentes los pasillos y las cocinas. Se ha apostado por una huella de carbono mínima en lo que respecta a los materiales y un mobiliario proporcionado en su mayoría por Nordic Think, con marcas locales como Sancal, Andreu World, Gandia Blasco u Omelette.

En la mayoría de las tipologías, el tabique que separa la zona de día de la de noche se concibe como un mueble más, que con las puertas abiertas genera un espacio abierto, continuo y fluido. Las habitaciones se han equipado con escritorios de generosas dimensiones, que funcionan como mesas de trabajo y en la parte baja contienen cajones para almacenamiento.

La iluminación genera distintos escenarios lumínicos como los del baño, con una luz indirecta con led en el foso de la ducha y tras el espejo, y otra más directa en el propio espejo.

Las terrazas son un plus muy importante, que permite a los usuarios tomar algo, disfrutar de las vistas, hacer yoga o, incluso, guardar las bicicletas.

“En todo momento se ha buscado potenciar la relación con el exterior y que todos los espacios abran a él”, explican los arquitectos, que destacan cómo se prefirió perder algo de edificabilidad a favor de ganar fondo a las terrazas.

Los inquilinos pueden disfrutar de espacios comunes, como la zona de trabajo y el área reservada a los más pequeños de la entreplanta; el bajo cubierta, reservado para actividades deportivas, o la piscina de la azotea. Ahora ocupada por naves, locales y un parking que se derribarán, el interior de la manzana tiene previsto convertirse en una zona verde.

A nivel de sostenibilidad, además de superar los niveles de prestación requeridos, tanto a nivel acústico como térmico (el edificio cuenta con la certificación BREEAM), los balcones funcionan como un elemento de protección solar, que atenúa la incidencia y mejora la eficiencia térmica. La climatización se hace por aerotermia y la piscina se concibe como un elemento de sostenibilidad en sí mismo, con una fuente de climatización sostenible de placas fotovoltaicas que permite el máximo uso durante todo el año.