ARQUITECTURA
ANTÓNIO COSTA LIMA: CASA EN ESTORIL
La casa aprovecha la densidad del entorno como oportunidad para crear un espacio interior al que volcarse. Así se consigue una mejor iluminación de las estancias y se ocultan también las medianeras de las construcciones vecinas.
Del interés de la modernidad por lo industrial hemos heredado la obsesión por la eficiencia. La ficción del funcionamiento preciso de todos los elementos de la arquitectura. La eliminación por inútil de todo lo que no se aprecie como imprescindible.
Primero –ya sabemos que es delito, a pesar de Loos–, la supresión de aquello que fuese considerado ornamento. Pero aún más decisiva es la erradicación, o al menos la reducción al mínimo, de todos los espacios en los que no se perciba una utilidad de la suficiente importancia. La eficacia de la planta es un fetiche que lleva a la vivienda mínima como un máximo en la aspiración del habitante –en vez de, como su nombre anuncia, un mínimo casi sanitario–. La distribución ideal sería aquella que consigue albergar el máximo de funciones en el mínimo de superficie. Cualquier pretensión espacial acaba siendo también eliminada porque se considera superflua. La vivienda mínima se convierte así irremediablemente en existencia mínima.
FICHA TÉCNICA
Sección: Casas Radicales
Texto: Miguel Barahona
Proyecto: Casa en Estoril
Autor: António Costa Lima
Fotografía: Francisco Nogueira
REPORTAJE COMPLETO EN DISEÑO INTERIOR 291