ESPECIALES

ROSA CALLEJAS. DE ALUMNOS A MAESTROS

Recuerdo con ternura a Rosa Callejas en 2000 en mi asignatura de Dibujo Arquitectónico en primero de Arquitectura y, después en tercero, cursando Maquetas y prototipos con notables resultados académicos en la doble titulación de Arquitectura y Bellas Artes. “He consultado estos días mis papeles de entonces”, revelo al iniciar la entrevista. “Tengo una nota que dice ‘promete’ junto a tu nombre. Ahora trabajas en Nueva York en cine y televisión en producciones protagonizadas por Al Pacino”, le digo con emoción. Silencio. Rosa, poniéndose en mi lugar, interpreta mi nota. “¡Promete!, pero no sabe muy bien de qué va esto…”, y se ríe abiertamente. “Mi primer año en Arquitectura… Muy contenta, y un poco perdida. Era muy pequeña, no sabía de qué iba. No conocía nombres de arquitectos, y poco de historia de la arquitectura”, aclara rememorando mentalmente aquella etapa.
Comentamos las carencias en cultura general propias de planes de estudios que suprimen asignaturas de Arte en el colegio. “¡Consiguen analfabetos visuales!”, esgrimo. “En tercero de BUP, sí tenía Historia del Arte, pero sólo dimos pintura y escultura, nada de arquitectura”, señala. “Entonces, ¿cómo decidiste ser arquitecto?”, me intereso. “No lo sé muy bien. Me encantaban Dibujo Técnico y Geometría. Dudaba entre BBAA y Arquitectura”. “Al final, te titulaste en las dos”. “Arquitectura me tiraba más, y en tercero empecé BBAA. En 2011, ya había acabado las dos carreras”, explica. “¿Cursaste la Beca Erasmus?”. “Lo intenté. No pude. Además de estudiar trabajaba en el Oficina de Concursos que dirigían Hurtado y Belzunce. Siempre quise vivir fuera, ver cómo hacen las cosas en otros sitios”, evoca. “Venir a Nueva York fue ‘un salto al vacío’. Así lo llamamos, Jorge y yo”, desvela, aludiendo a su marido, también arquitecto y compañero de estudios en Madrid.

Texto: Mercedes Peláez López

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