La cuarta sesión del Ciclo propone una reflexión sobre el momento de transformación que está experimentando la educación en la actualidad, enfrentada a la necesidad de preparar a los alumnos para un mundo incierto que cambia a gran velocidad. “El problema de la educación actual es que la sociedad para la que fue diseñada ya no existe”, decía el comisario Miguel Barahona en su introducción: “Los alumnos que hoy están estudiando no saben a qué problemas se van a enfrentar o qué tecnologías van a tener que usar en 5, 10 y no digamos 20 años. El aula tradicional entra en crisis porque está basada en un modelo obsoleto en el que un emisor que lo sabe todo transmite el conocimiento a unos receptores pasivos. Hoy, el incierto futuro nos lleva a valorar las competencias que puedan tener los alumnos y no sólo sus conocimientos”. Barahona se refiere a habilidades como la gestión de la información, la capacidad de adaptación, la iniciativa o la creatividad, incompatibles con un receptor pasivo. “El alumno debe ser el que tome las riendas de su propia educación”, dice.

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