ARQUITECTURA

ÓSCAR MIGUEL ARES. PISCINAS MUNICIPALES DE CASTROMONTE

Óscar Ares proyecta las nuevas piscinas de Castromonte, un lugar más que un edificio, concebido como lugar de encuentro y relación.

Castromonte, el municipio tallado en piedra a los pies del río Bajoz, perteneciente a la comarca de Montes Torozos, en la provincia de Valladolid, estrena un lugar para el disfrute y el encuentro.
En el borde del casco antiguo del pueblo, donde todavía llega el tejido urbano, el arquitecto Óscar Miguel Ares Álvarez ha proyectado unas nuevas piscinas municipales, que forman parte del plan de recuperación de un municipio en proceso de despoblación desde hace años y que a día de hoy contabiliza en su censo tan sólo 309 habitantes y 106 aerogeneradores. Aprovechando el ‘oro eólico’ generado por estos últimos, Castromonte ha iniciado una serie de acciones para atraer población, que incluyen unas piscinas, parcelas municipales para vivienda, una casa de comidas y un plan para la adaptación del municipio a personas con problemas de movilidad. “El ayuntamiento nos encargó un edificio que pudiera funcionar como punto de encuentro y reunión. Un lugar más que un edificio, que lograse solucionar un problema que es endémico en muchas regiones y que no trata tanto de recuperar nueva población, sino de conservar la que ya posee”, cuenta el arquitecto. El comisario, junto a Anna Bach y Eugeni Bach, de la XV Bienal Española de Arquitectura y Urbanismo, España Vacía / España Llena; estrategias de conciliación, defiende una arquitectura de espacios ambiguos y neutros. “Es sólo a través de estos espacios no tan identificables, que se mueven entre el programa específico que se pide y una flexibilidad que se adapta a sus usuarios, cuando se consigue que los edificios perduren y continúen en el tiempo”, señala el arquitecto.

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