En el Desierto de Gorafe, en Granada, Guardian Glass ha promovido un proyecto que desafía unas condiciones climáticas extremas y pone al límite las capacidades del vidrio para acondicionar el espacio interior, ganando al mismo tiempo en eficiencia y ahorro energético.

A una hora de la capital, Granada esconde un paraje único, el Geoparque del Cuaternario Valles del Norte, 1.410 km² que revelan la historia geológica de un río y un lago hace 450.000 años, y configuran un asombroso testimonio pétreo de los ecosistemas terrestres de los grandes mamíferos que se desarrollaron en

Europa Occidental hace dos millones y medio de años. El Geoparque implica a 42 municipios, entre ellos, Gorafe, que además de un Parque Megalítico con más de 240 dólmenes, y cuenta con uno de los paisajes más singulares de Europa: un desierto de grandes cárcavas y formaciones de areniscas de diferentes colores que recuerdan a los Cañones del Colorado. Las características orográficas y su ubicación, muy próxima a las grandes montañas Penibéticas, convierten este territorio en uno de los más extremos de la Península, en lo que a condiciones climáticas se refiere. Exactamente lo que buscaban los responsables de la empresa Guardian Glass para implantar un de sus proyectos más radicales, La casa del desierto, con el que pretendían poner a prueba las cualidades del vidrio y mostrar su potencial para mejorar el confort interior e incluso la seguridad del espacio doméstico.

La Casa del Desierto. lacasadeldesierto.es

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