Finalista del prestigioso RAIC International Prize, que se falla este mes de octubre, The Bahá‘í Temple of South America, de Hariri Pontarini Architects, transforma la filosofía y enseñanza Bahá’í en un escultural edificio.

“Un edificio atemporal e inspirador que, a través de un lenguaje de espacio, luz, forma y materiales, reinterpreta la filosofía y enseñanza bahá’í como una experiencia universalmente accesible, espiritual y emocional compartida”. Así define The Bahá‘í Temple of South America el jurado del Premio Internacional del Royal Architectural Institute of Canada (RAIC), que lo ha nominado como uno de los tres finalistas de la edición de este año, cuyo ganador se conocerá el próximo 25 de octubre.
De renombre internacional y dotado con 100.000 dólares, este premio bienal celebra la arquitectura que transforma la sociedad y promueve la justicia, el respeto, la igualdad y la inclusión. Y es que, en el límite de Santiago de Chile y apoyado sobre la columna vertebral que recorre los Andes, el templo nace de una creencia y aspiración: el que incluso ahora, en un siglo XXI fracturado, todavía es posible responder al anhelo humano que invita a la unidad y la conexión entre las personas. El que es el octavo y último templo del bahaísmo fue encargado por la Bahá‘í House of Justice al estudio de arquitectura canadiense Hariri Pontarini Architects con una única premisa: la de diseñar un lugar de bienvenida, comunidad y significado para todos.