ARQUITECTURA
GALERÍA ÚNICO, BARCELONA
Galería ÚNICO, en Barcelona, se propone preservar las artes decorativas aplicadas a la arquitectura, que en España están en peligro de extinción.
En el epitafio de la tumba del arquitecto alemán Adolf Loos se puede leer: “Liberó a la humanidad de trabajos inútiles”. Hay que ser obsesivo, por no decir bestia, para llevar hasta ese final su cruzada personal contra las artes decorativas. Para algunos fue un revolucionario que allanó el camino de la arquitectura moderna que asfaltaron después colegas como Mies van der Rohe o los promotores de la Bauhaus, capitaneados por Walter Gropius. Eran las primeras décadas del siglo XX y en Viena, como en otros lugares, florecía simultáneamente el estilo llamado Sezession, también conocido como Jugendstill en Alemania, Liberty en Italia o Art Nouveau en Bélgica, donde se dice que tuvo su origen con la casa Tassel, proyectada por Victor Horta en 1893.
En España se conoció como Modernismo y Barcelona, junto con la capital austríaca, fueron los centros creativos más llamativos. En ese contexto, Loos publicó en 1913 el ensayo Ornament und Verbrechen, que se traduce literalmente por Ornamento y Delito, con el objetivo indisimulado de cargarse la estética que estaba asombrando a la sociedad de la época. Para bien o para mal. Referentes como Lluís Domènech i Montaner, Josep Puig i Cadafalch y el díscolo Antoni Gaudí –con la ayuda de Josep M. Jujol– competían en el Eixample barcelonés por dar la nota en cada construcción que levantaban.
Galería ÚNICO .
Carrer Pallars, 85, Barcelona
unico.gallery
Texto: Ramón Úbeda
REPORTAJE COMPLETO EN DISEÑO INTERIOR 379