A Rafael Beneytez-Durán, autor de la Casa Tobogán en Madrid y director del grado de la Escuela de Arquitectura de la Universidad de Houston, le cautiva la búsqueda de la liviandad de la materia y la densidad del aire.

Treinta años han pasado desde que descubrí a Rafael Beneytez-Durán en mi aula de Dibujo Técnico en primer curso de Arquitectura. De alumnos a maestros nos reúne de nuevo por videoconferencia entre Madrid y Houston, donde reside. A pesar de la distancia, en pantalla aflora de inmediato el aprecio por aquel joven estudiante que cazaba al vuelo cuanto la profesora decía y se comportaba en los ejercicios gráficos con la inteligencia, la precisión y el afán que se espera de quienes colaboran profesionalmente en oficinas de arquitectura. Ahora, después de formarse trabajando durante algo más de una década en los estudios de Pedro Feduchi y de Rafael Moneo, codirige con la arquitecta francesa Ophelia Mantz su propia firma, establecida en 2010 y desdoblada en la sede madrileña z4z4 y la tejana z4A, desde las que dirigen obras, teorías, vídeos, fiestas y experimentos.

Texto: Mercedes Peláez López

REPORTAJE COMPLETO EN DISEÑO INTERIOR 334