La obra de Okuda San Miguel celebra el poder transformador del arte y su capacidad para mejorar el entorno que nos rodea, ya sea un barrio parisino o la UCI de un hospital infantil. De la mano de Formica, su iconografía llega ahora a los proyectos con una colección de laminados que trasmite energía y positivismo.

Okuda San Miguel forma parte de una generación de artistas que han trasladado la estética del pensamiento de nuestros días al espacio público, estableciendo así una intrínseca relación entre arte, arquitectura y paisaje urbano. Reconocido representante del llamado Nuevo Muralismo, está considerado uno de los creadores urbanos más notables de la actualidad y su singular lenguaje iconográfico de estructuras geométricas y patrones multicolores se ha plasmado en hasta 80 ciudades de más de 30 países.
El pasado año el Museo del Carmen de Valencia acogió una extensa retrospectiva de sus más de 20 años de carrera en la que se reunieron cerca de un centenar de obras, desde bocetos de letras de graffiti de sus inicios, hasta tapices, cuadros e increíbles piezas en 3D. La exposición resumía la evolución del artista desde sus inicios orgánicos hasta la posterior y paulatina introducción de formas geométricas, y su paso de un surrealismo de corte clásico hacia una geometría multicolor en la que cobran relevancia las formas animales.