Concéntrico, el Festival de Arquitectura efímera, transforma Logroño un año más en un laboratorio experimental sobre el espacio urbano. Artistas y diseñadores ofrecen una nueva mirada sobre la ciudad que invita a vecinos y visitantes a redescubrirla.

Hay dos aspectos que tienen que ver con la pandemia que han hecho de esta edición de Concéntrico, la sexta ya, un encuentro aún más interesante. Por un lado, el hecho de que todos los proyectos se pensaran y decidieran antes de la COVID-19 ha dado una dimensión de ‘normalidad’ al Festival –que cambió sus fechas de abril a septiembre– y que todos los visitantes y los vecinos de Logroño, donde se celebra, han agradecido. Los proyectos abordaban los temas que nos preocupaban antes de que llegara esta enfermedad a ocuparlo todo: la recuperación de la ciudad para la gente, la protección medioambiental, la creación de espacios de encuentro y socialización, el trabajo colaborativo o la biomímesis como vía de mejora de los hábitats humanos… Por otro lado, la pandemia también ha dejado un aspecto positivo: las ganas del trabajo conjunto y de unir esfuerzos para conseguir logros más importantes. Como si fuera un reflejo de su nombre, Concéntrico –impulsado por su director, Javier Peña– ha conseguido reunir el apoyo de todas las administraciones implicadas (desde el Ayuntamiento de Logroño a la Comunidad de la Rioja y el Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana), además de las empresas de la región (como Garnica que suministra toda la madera de los proyectos, o Bodegas Lan que acoge una de las instalaciones más emblemáticas) e instituciones educativas –con la participación de la escuela Superior de Diseño de la Rioja o la de Arquitectura de Toledo– y culturales, desde el Instituto Polaco de Madrid, el Goethe, el Iberoamericano de Finlandia, el Centro Checo o el Instituyo Francés.

REPORTAJE COMPLETO EN DISEÑO INTERIOR 332